Bien, en los inicios de la computación, era necesario poder reducir el tamaño de los circuitos electrónicos y para tal fin, el ingeniero George Arthur Philbrick desarrolló un concepto nuevo al que denominó: Amplificador Operacional. Este nuevo circuito podía sumar, restar, multiplicar, dividir, diferenciar e integrar, constituyendose en la base de los Procesadores Centrales o unidades lógico aritmeticas de las computadoras en los años de 1950, lanzando comercialmente en 1952 un producto destinado al consumo de los fabricantes de equipos de computo.
